sábado, julio 18

Camelbacks, bidones, cinturones... ¿qué es más cómodo para correr por montaña?

Desde que empecé a correr por montaña, hace ya algunos años, he ido probando diferentes sistemas para poder llevar agua. La verdad es que es algo molesto, porque a día de hoy no he encontrado aún un sistema que me resulte cómodo y a la vez efectivo. Pero si vas a correr más de una hora -o menos en los meses de verano-, se hace del todo necesario para evitar disgustos.
Hace años probé con un camelback de bici... ¡craso error! No había caído en que la sujección de este tipo de camelbacks no está pensada para los pequeños vaivenes que se repiten al correr. Los camelbacks de bici acaban botando sobre tus hombros incluso cuando se está acabando el agua, así que... descartado.
Corriendo la 'Cinc Cims' con camelback: al cabo de un rato no te acuerdas de que lo llevas
Sustituí el camelback de bici por un cinturón porta-bidón. Me consta que hay corredores que consideran este sistema cómodo y ligero, pero personalmente no me convence nada. Al haber un único bidón, el peso queda descompensado, y el cinturón acaba moviéndose, de forma que igual tienes el bidón a un lado como se te desplaza hacia delante o hacia atrás. Al final estás más pendiente de ir recolocando el cinturón que de disfrutar. En mi opinión... descartado también.
Mucho mejor el camelback para correr -el de running, que dicen ahora-. Son más compactos y se acoplan mejor a la espalda. Además, al tener diferentes cierres, lo puedes apretar o aflojar tanto como quieras. Lógicamente, cuando lo llevas cargado hasta arriba suele molestar un poco, pero más molesta sufrir una pájara por deshidratación... Yo ya me he acostumbrado a él y lo que hago es cerrarlo por la cinta de arriba y también la de abajo -ambas sobre el pecho-. Cuando voy algo más justo de respiración, como por ejemplo en una subida fuerte, suelo abrirme el cierre superior y me resulta más cómodo.
Cinturón de dos bidones (260ml cada uno).
Para las salidas no muy largas, de una hora o poco más, el camelback me resulta algo engorroso, así que pensé en comprarme algún cinturón con bidones pequeños. Me regalaron uno, con un pequeño bidón de unos 250 ml a cada lado, y no es una mala fórmula. El problema, como casi siempre con los cinturones, es que acaba moviéndose. Pero esto ya depende de las manías de cada uno.

Vale, ¿y qué pasa con las carreras? ¿Llevamos camelback en una carrera por montaña o nos lo ahorramos ya que hay avituallamientos? En el caso de las ultras, la pregunta no tiene sentido porque es obligatorio. Yo solía llevarlo también en las carreras 'cortas', de hasta 25 km por montaña, porque me permitía beber a mi antojo sin necesidad de esperar al avituallamiento. Además, eso te permite incluir fácilmente geles, o el DNI y el móvil si quieres quedarte más tranquilo -insisto: en las de alto kilometraje esto ni se discute-.

Pero en las últimas carreras lo dejé en casa y me limité a esperar al avituallamiento. La verdad es que no me arrepentí para nada: corres más cómodo, con menos peso y con una hidratación más que correcta.
Cinturón de un solo bidón (para mí, algo molesto)
Desde que empezó esta interminable ola de calor, salgo siempre con algo de agua. Incluso ahora que apenas puedo hacer entrenos de distancia media -hago salidas cortas para recuperar el gemelo-, llevo siempre agua. Tan sencillo como llenar un botellín, meterlo un rato en el congelador y salir con él en la mano. Durante 15 minutos, puedo beber agua fría. Durante otros 10, el agua se mantiene más o menos fresca. Y si aún me queda agua más allá de los 30 minutos -procuro que así sea-, apuro sorbitos de agua tibia o me la tiro por la nuca para refrescarme.

Ya veis: ¿quién iba a decir que una necesidad tan simple me hubiera permitido hacer tantas consideraciones? ¡¡Pero puedo deciros que me consta que no soy el único!! :)

2 comentarios:

Yolanda Pingüina Veloz dijo...

Y tanto que no eres el único. Yo también he probado varias cosas y al final como la camel-back de running nada pero es verdad que para salidas cortas es excesiva. Los cinturones son un engorro, y más para las mujeres, ya que nuestras caderas hacen que bailen mucho más.
Lo de la botella en la mano es una de mis opciones actualmente, pero no había probado lo de congelarla. Me lo apunto

Blogger dijo...

Veo que estamos exactamente en el mismo camino, jeje. Lo de congelar la botella es adictivo, sobre todo cuando compruebes que puedes tirarte agua fresquita después de media hora o tres cuartos corriendo ;)