Desde que Alemayehu Bezabeh situó el récord de España en unos estratosféricos 12'57" (hace apenas un mes y medio), parecía que la prueba había perdido la gracia. Ya se sabe que las nacionalizaciones son legítimas, pero en este caso de alguna manera desvirtuaba la evolución de la prueba en nuestro país. Desde los tiempos de González, Albentosa, Viciosa y compañía, la prueba del cinco mil ha ido mejorando paulatinamente.
Por eso ayer me sorprendió gratamente que la final del Campeonato de España fuera una carrera vibrante, sin tácticas ni estrategias. Sólo valía correr. Y eso fue lo que hizo Jesús España, que se impuso con una marca de relumbrón: 13'18". Bezabeh, el gran derrotado, fue segundo, y otros dos atletas bajaron también de 13'20": Sergio Sánchez y Carles Castillejo.
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