Cuenta atrás para la Media de Gavà

Cuando faltan sólo diez días para la Media de Gavà-Castelldefels, empiezan a surgir las habituales dudas. El otro día repasaba la lista de carreras y comprobé que hace tres años que no acabo una media. Y digo ‘acabo’ porque en la última que corrí (Montornès) tuve que retirarme lesionado, como casi siempre, por inflamación del gemelo izquierdo.

Os ahorro ahora el vía crucis de lesiones sin remedio, que ya os he dado la paliza otras veces con este tema. El caso es que por primera vez en mucho tiempo me encuentro preparado para correr una media en unas mínimas condiciones. Es decir, con la garantía de que, si no pasa nada extraño, acabaré.

Y aquí es donde empiezan mis dudas. En un principio me había propuesto como reto alcanzar la meta. Punto final. Pero… todos sabemos que a menudo eso es mentira. En realidad tenemos una marca en el subconsciente, y en mi caso esa marca era 1h45’, por aquello de correr 21 km a 5’/km, o incluso un poquito menos. En un alarde de optimismo, incluso empecé a barajar la posibilidad de correr por debajo de 1h40’.

Pero este mediodía, como por arte de magia, mi flamante carruaje se ha convertido en calabaza. He salido a correr 10 km por la pista del río Llobregat. Los primeros kilómetros los he ido cubriendo a 5’/km, pero a partir del 6, se me ha hecho difícil mantenerme a un ritmo de 5’20”. He completado los 10 km sólo por tozudez, y aun así he acabado realmente agotado.

Es posible que tuviera un mal día, o que esté cansado estos días, pero también es verdad que sólo eran 10 km, y no los 21 que correremos en Gavà.

Así que ahora me encuentro dudando entre salir a acabar, intentar conquistar la 1h45 o arriesgarme un poquito y tratar de acercarme a 1h40’. Lo sé, lo sé… las marcas no importan. Pero… ¿a que me entendéis?

Gracias a los que me leéis por aguantar el rollo. ¡Espero vuestros consejos!