Muchos de los que corremos habitualmente hemos visto decenas de noticias sobre grandes retos de ultrafondo. Algunos incluso hemos tomado parte en ellos. El último es el protagonizado por el belga Stefaan Engels, que bajo el patrocinio de Pronokal correrá siete maratones a razón de una diaria, coincidiendo con el Maratón de Barcelona. En realidad, esto es sólo el principio, porque Engels se ha propuesto correr un maratón diario durante 365 días. Es decir, unos 15.000 kilómetros en total.
Desde el punto de vista físico, me parece sencillamente una aberración. Pero es su cuerpo y él sabrá lo que se hace. Quizá lo que resulta más ofensivo (lo digo como corredor pero también como consumidor) es que se 'insulte' a nuestra inteligencia con el eterno paralelismo con Forrest Gump. Desde el punto de vista del marketing es una historia bien trenzada y sin duda aportará al patrocinador la notoriedad buscada (este mismo blog es un pequeño ejemplo). Así que, desde este punto de vista, felicidades a los responsables (quizá el propio Stefaan, no lo sé).
Lo que me sorprende un poco (en fin... en realidad no me sorprende nada) es que los medios de comunicación hayan tragado con esta historia. Algunos incluso se han lanzado a escribir reportajes sobre el espíritu de superación que, supuestamente, representa Engels. El espíritu de superación tiene sentido dentro de unos parámetros saludables, o cuando se persigue un fin humanamente valioso. ¿Tendría algún sentido convertirse en la persona que más veces ha bailado el charleston a la pata coja? ¿Es eso espíritu de superación? Pues mucho me temo que estamos asistiendo a un festival de charlestón. Patrocinado por Pronokal, eso sí.
Dicho esto, cada cual tendrá su propia opinión, y por supuesto es respestable. Por lo que a mí respecta... lo siento, no trago.
En lo único en lo que estoy de acuerdo con él es en su argumento: "muchos pensarán que estoy loco, pero... ¿quién está más loco? ¿yo o los que se pasan horas y horas sentados en el sofá mirando la tele?".
Suerte, Stefaan. La necesitarás.
(si queréis saber más sobre la historia de Stefaan Engels, podéis clicar aquí)
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