Parece que últimamente se ha puesto de moda una nueva figura hasta ahora poco frecuente: la del entrenador que, sin título ni conocimientos especialmente valiosos, se atreve con planes de entrenamiento... por los que cobra, claro.
Lo habitual es enviarlos por mail, a menudo en grupos. Como forma de ganarse la vida me parece más que legítimo, pero creo que convendría exigir unos mínimos, ya sea un título de entrenador (las federaciones lo contemplan y se imparten cursos en este sentido), o bien una solvencia contrastada durante años.
Como atleta, he corrido los 10 km en tiempos decentes, pero no creo que eso me capacite para entrenar a otros; hay un sinfín de conocimientos que conviene tener bien asimilados...
¿Qué opináis?
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo; personalmente desconfío bastante de ese tipo de entrenadores; conozco alguno y por las referencias que tengo se limitan a decirte lo mismo que uno puede leer en cualquier revista que se precie; somos muchos los que corremos y para unos cuantos somos un caldo de cultivo para sacarnos dinero; hay que ser serios; no digo que no sean útiles, pero hoy por hoy esa figura del entrenador invisible no me convence demasiado.
Totalmente de acuerdo con manuel binoy. Yo también sé de alguno de estos, que de conocimientos anda poco más o menos como yo y tengo que decir que, salvo pequeños consejos, no me aventuraría a llevar la preparación de alguien que pretende conseguir un reto deportivo. Me parece bastante chancletero creerse lo que uno no es y 'engañar' al prójimo. En fin, cada cual sabrá lo que hace.
Estoy de acuerdo contigo aunque tambien nosotros (los corredores) antes de ponernos en manos de nadie deberiamos documentarnos sobre la experiencia de estos supuestos "entrenadores", aun asi hay que ver la de cuervos que hay en tos los sitios, en cuanto se atisba la minima posibilidad de lucro nos convertimos si es necesario hasta en cirujanos.
Un saludo.
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