¡Fuego en Olesa!

Bueno, lo de fuego en Olesa es una exageración... Aunque calorcito hacía, desde luego. Sólo han hecho falta unos minutos de calentamiento para acabar sudando, así que he empezado remojándome en una fuente. Ya os avanzo que ha servido de poco: a los dos minutos estaba seco de nuevo. Y es que el sol pegaba fuerte en Olesa, como en toda Catalunya, en realidad.
Tras una salida frustrada (no ha funcionado a la primera el sistema casero de petardazo y serpentina), hacia las 9.45 se ha dado la salida buena. Yo nunca había corrido esta cursa hasta ahora, así que no sabía muy bien a qué atenerme. Antes de la carrera he oído todo tipo de comentarios: que si era muy dura, que si no había para tanto, que si hacía demasiado calor...
Al final he comprobado que había un poquito de todo eso. No puede decirse que la Cursa del Foc sea una carrera rompepiernas, pero sí es cierto que es difícil coger el ritmo con tanta subida y bajada.
Como mis últimos entrenos han sido algo irregulares -arrastro una afonía y molestias en el cuello desde hace unos días-, no tenía muy claro si debía coger el ritmo de 4'30" para intentar bajar de 45 o, sencillamente, dejarme ir y conformarme con acabar. Digamos que también en esto he tirado por el camino del medio, y pronto he ido viendo que mis parciales eran de 4'40"-4'50", subiendo o bajando en función del perfil de cada kilómetro.
Los 3 primeros km han transcurrido de forma más o menos plácida, pero a partir del 3 empezaba una subida exigente, seguida, eso sí, de una buena bajada. Ha sido un acierto por parte de la organización poner el primer avituallamiento en el km 3,5, sin necesidad de esperar al 5, porque el calor así lo aconsejaba. Luego ha llegado la bajada y posterior subida de la Rambla, que no era muy pronunciada, aunque con el calor, ya sabéis... cada subida va sumando.
Nueva bajada hasta el km 6 y a partir del 7... ay, amigo, ahí sí he empezado a pasarlo mal. ¿Sabéis la sensación que uno tiene en la playa cuando el sol le está friendo? Pues igual, pero sin una cervecita ni una toalla en la que tumbarme. He pasado ese punto en algo menos de 33', es decir, a ritmo de 46'-47'. Pero justo en ese punto empezaba también la subida, que a mí se me ha atragantado. He optado por poner el 'plato pequeño' y venga, a subir sin prisas. La verdad es que he perdido mucho tiempo, pero en ese momento mi objetivo ya no era otro que esquivar a la señora pájara y acabar dignamente.
Finalmente, he cruzado la meta en 49'27", que sin ser un buen tiempo os aseguro que me ha valido. Ahora toca descansar un poquito y escoger otra carrera con menos calor para correr en 45'. En resumen, la de hoy ha sido una bonita manera de pasar esta ola de calor...

Por cierto, hoy he estrenado mi nuevo Garmin Forerunner 305, con el que -os podéis imaginar- estoy como un niño con zapatos nuevos. No he usado el pulsómetro porque prefiero correr las carreras por sensaciones, pero en cuanto al gps, un 10. Me ha marcado 9,9 km, así que casi idéntico a la medición 'oficial'. Personalmente, me resulta útil usar la opción de vuelta automática, que tengo ajustada cada 1.000 metros. Así es el propio crono quien te avisa de los tiempos que vas haciendo sin tener que fijarte. También es útil la opción de ritmo medio, aunque lógicamente no es fiable al 100% cuando estás haciendo bajadas y subidas. Para eso, ¡la intuición del corredor sigue siendo insustituible!