Perfil de la carrera: 16 km con 750 de desnivel positivo |
Hacía tiempo que no escuchaba un inicio de carrera como éste, pero los amigos de la Cursa Poblats Ibèrics de Cerdanyola se han animado a lanzarlo así, a pelo, para regocijo de los más de 300 corredores que hemos tomado la salida en la 'carrera larga', es decir, la de 16 km. No es que tenga nada en contra de los viejos hábitos -casi os diría que lo agradezco y todo-, pero me ha chocado escucharlo por megafonía en una carrera donde los participantes hemos tenido que fichar más veces que un oficinista, dejar el DNI en depósito y pasar un doble control en la zona de salida. También me ha llamado la atención tener que parar para 'fichar' en medio de la montaña; a mí no me viene de unos segundos, pero... ¿y a los primeros? Raro, chicos, raro.
Perdonadme que sea tan crítico para empezar una entrada sobre una carrera que realmente vale la pena, pero a los corredores nos cabrea -ésa es la palabra- tener que hacer 40 minutos de cola para recoger el dorsal porque la logística del cronometraje así lo requiere. Especialmente cuando hemos pagado 15 euros, a razón de 1 euro por km (es decir, unas 20 veces más caro que la gasolina).
Bueno, pues queda dicho.
Os diré por otro lado que esta carrera, que corría por primera vez, luce un perfil atractivo, con 750 m de desnivel positivo (no está mal para una trail corta de 16 km) y un circuito precioso, repleto de senderos, zig-zags, toboganes, alguna que otra bajada técnica y decenas de subidas condenadamente duras. Todo eso, combinado con unos pocos kilómetros de descenso rápido por pistas, da como resultado una carrera bonita y muy recomendable. Lo mejor del circuito, por cierto, es la bajada de los km. 7-8: una auténtica gozada.
Yo la he acabado en 1h51', que es más o menos lo que me 'toca' por los entrenos que hago, y mis colegas Jordi (1h44) y Álex (1h47) se han despeinado hoy para dar un poco de gas.
Mención especial para la bajada suicida del km. 11, no apta para rodillas delicadas ni tobillos débiles. Es de esas bajadas que uno empieza dejándose ir y que enseguida te permiten darte cuenta de que ya no hay vuelta atrás: o sigues acelerando -con el riesgo de irte de morros al suelo- o te paras en seco y te pones a caminar. Yo he hecho lo primero, y mis cuádriceps han tomado nota para la siguiente.
Lo dicho: una carrera recomendable, pero por favor (señores organizadores): el año que viene cambien el sistema de cronometraje o mejoren la logística, no vuelvan a maltratarnos.
Posdata: con las prisas, se me ha olvidado echar un vistazo: ¿alguien ha visto algún poblado ibérico?
Posdata 2: aprovecho para decir a la corredora del km.8 -la que bajaba gritando como una india Tarahumara- que nos debe una paella casera.
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